Fundamentación

        Estudios realizados en el Centro de Formación e Investigación en Enseñanza de la Ciencias de la UBA, muestran que en nuestro país tanto niños como adultos tienen una visión distorsionada de la actividad científica¹, lo cual puede inhibir la vocación por la investigación y las carreras técnicas.
        Hoy en día hay intentos renovados por mejorar la calidad de la educación en estas temáticas^2-4, a la vez que nuevas publicaciones de especialistas en educación promueven la alfabetización científica desde el nivel inicial ^5-7y consideran que la modalidad de taller es el medio adecuado para introducir al niño en la actividad científica.
        La adquisición de conocimientos científicos y técnicos constituye un objetivo mayor de la alfabetización científica,  no obstante, también hay otros logros no menores que se pueden alcanzar a través de esta iniciativa: la ciencia primero enseña el rigor, pues no da lugar a equivocaciones de aritmética o geometría; pero también enseña a argumentar poniendo en orden las ideas, desarrollándolas con lógica, la cual inmediatamente influye sobre la arquitectura interna del lenguaje. Se logra así también educar para la ciudadanía, incitando a niños y adolescentes a ordenar su universo mental y prepararlos para encarar su universo social ².
        El propósito “Curiosos en Acción” es trasmitir la cotidianeidad de la física, ampliando el bagaje de conocimientos del docente y demostrándole que es posible realizar experiencias en el aula, con materiales de bajo costo y de uso corriente. Esta modalidad constituye una herramienta de trabajo invaluable a la hora de familiarizar a niños y adolescentes con el empleo del método científico como forma de explorar el mundo que los rodea.
        Adicionalmente, se pretende generar un vínculo perdurable entre los docentes y el ámbito científico, que brinde la posibilidad de asesoramiento a futuro al diseñar nuevas experiencias.